un vaso de cristal
un pedazo de pan
que rodea el abismo
de la existencia
entre un tú y yo
que no tiene argamasa.
un ave de papel
un salto de girasoles
festejando juntos
la alegría de vivir.
en este tiempo
sin lanzas ni vapor
cobra y cuesta
nunca a tu favor
el silencio.
universo tornasolado
por el ave matutina
jamás desnuda ni repentina
huye tras de mí
una sombra achicada
al oeste de nuestro margen
cada vez más hueco
cada vez más titilante.
ufanos años polvorientos
en que creíamos en el mundo
hoy ya es tarde, acabó el sol
solamente cabe esperar
su toque en el campanario
que marca la hora nona.
perfil de recuerdos mustios
no quiero ni deseo un ápice
de esperanza ni desasosiego
solamente, por un momento
oír el rugido del quebranto
oír la quena en el pesebre
el charango en el altiplano
donde nacen y mueren
la hora sideral, la paja brava
y un recuerdo fútil como el viento.